Conoce todo respecto al maridaje de tequila y disfruta de este destilado a través de una experiencia de nuevos sabores y aromas. 

Más allá de los clásicos “shots” de tequila, o la decena de cócteles que se pueden preparar a base de este destilado, el tequila, con una inigualable historia que enmarca lo mejor de  México así como un universo de notas, esencias y aromas, también se puede disfrutar y experimentar a través de un maridaje perfectamente diseñado para ensalzar las notas del tequila y de la comida misma. Conozcamos a fondo el maridaje de tequila y redescubre este elixir de una forma diferente y especial. 

El maridaje del tequila 

Tal como su nombre indica, el maridaje, en su concepto general, hace alusión al “arte” de unir o mezclar un platillo, sin importar su tipo, con una bebida, con la intención de crear y dar vida a sensaciones nuevas y únicas. 

En el caso del tequila, y aunque los menos experimentados lo consideren un destilado que “debe” beberse “derecho” o sin ningún acompañante, esta bebida cuenta con propiedades únicas que lo hacen el elixir perfecto para tener su propio maridaje. 

Por ello, y para comenzar a explorar este mundo, descubramos primeramente los principales tipos de maridaje de tequila que existen. 

Maridaje por contraste 

Tal como lo dice su nombre, este tipo de maridaje está enfocado o destinado en buscar sabores y notas diferentes tanto en el tequila como en los alimentos a degustar. Lo anterior significa que en caso de contar con un tequila de detalles cítricos, se buscarán alimentos con esencia dulce o salada con la finalidad de crear un contraste peculiar y especial.

Maridaje por afinidad 

Caso contrario al anterior, el maridaje de tequila por afinidad consiste en crear una combinación de comida y tequila con sabores y notas similares o que vayan de la mano. Por ejemplo, si se cuenta con un platillo de notas dulces, se buscará un tequila que cuente con las mismas características. 

¿Cómo maridar el tequila según su tipo? 

Al contar con una diversidad de variantes o categorías, el siguiente paso para maridar el tequila de manera perfecta es conocer las características de cada tipo y los alimentos que se “adaptan” a cada uno. 

Tequila blanco 

Al ser el tipo de tequila más joven, debido a que no pasa por barricas, esta variante suele poseer una diversidad de notas dulces así como detalles suaves y cítricos. Por lo anterior, y a raíz de la frescura que puede otorgar, este tequila plata va perfecto con alimentos del mar como ceviches, pescados, salmón, entre otros. De igual manera, se puede complementar con sopas frías y gazpachos. Aunado a lo anterior, el tequila blanco también se mezcla de manera ideal con diversos postres como mousses cítricos y frutales. 

Tequila reposado 

Gracias a su proceso de añejamiento en barricas de roble o encino, que le brinda un cuerpo más robusto que el blanco así como notas y aromas más amaderados, el tequila reposado se ha convertido en el más consumido en todo el mundo. Por lo anterior, y gracias a su capacidad de crear “picor” al inicio y un regusto de agave, va perfecto con platillos más complejos y de sabores aromáticos. Cortes de carne, risottos, ramen, pato, quesos fundidos, entre otros, son excelentes opciones para maridar el tequila reposado. En el terreno dulce, este elixir se puede saborear de manera especial con flan, natillas o incluso helados de caramelo. 

Tequila añejo

Tras pasar por al menos 12 meses en barricas de roble blanco, el tequila añejo obtiene un sabor ligeramente ahumado además de una diversidad de aromas a roble, tostado fuerte, agave cocido y caramelo. Por lo anterior, este tipo de tequila cuenta con una diversidad de alimentos perfectos como las carnes añejadas, comidas cítricas e incluso pasteles con gran intensidad de sabor. 

Tequila extra añejo

El tequila extra añejo es la variante que puede permanecer hasta 3 años en barricas de roble. Por lo anterior, este tipo de destilado se ha caracterizado por su carácter sofisticado y elegante además de un aroma más profundo y notas de mayor intensidad a madera, vainilla, miel y especias. Ante esto, lo mejor es maridarlo con alimentos con preparaciones complejas, como carnes ahumadas, o incluso platillos tradicionales como moles, adobos, entre otros. 

5 pasos para realizar el maridaje de tequila perfecto

Nadie nace siendo un maestro en el arte del maridaje de tequila. Por ello, y para convertirte en un experto de este elixir, aquí te dejamos una breve guía para realizar este proceso como todo un profesional. 

1. Observa y percibe el tequila: al elegir y seleccionar el maridaje de tequila que hayas elegido, el punto de inicio es observar detenidamente el color del tequila así como percibir su variedad de notas aromáticas para introducir tus sentidos a este viaje culinario que estás a punto de emprender. 
2. Dale una introducción a tus papilas: da un pequeño sorbo a tu tequila con la intención de que tus papilas perciban la graduación alcohólica así como la variedad de notas. Recuerda que luego del primer trago, tus papilas se adecuarán más al sabor por lo que estarán preparadas para obtener todos los sabores. 
3. Comienza con tu comida: comienza a degustar el platillo de tu maridaje con un pequeño bocado, el cual deberás masticar cerca de 10 segundos con el objetivo de que tu sentido del gusto se familiarice con los sabores de la comida. 
4. ¡Manos a la obra!: tras esta breve introducción, toma nuevamente tu tequila e introduce una porción más grande que la del primer trago. Esto te ayudará a que tanto el destilado como los sabores de la comida se comiencen a mezclar. 
5. Maridaje listo: finalmente, y luego de pasar el segundo trago por tu garganta, no olvides exhalar el aire por la nariz para obtener una alimentación retro nasal en la boca y notar todos los sabores. Tras este paso, podrás decir con orgullo que realizaste el maridaje perfecto. 

Hacer un maridaje de tequila no tiene porque convertirse en una tarea compleja y reservada para los expertos. Tu también puedes disfrutar de esta experiencia con esta pequeña guía y reenamorarte de este destilado.