Conoce las principales diferencias entre mezcal y tequila y conviértete en un verdadero experto en estos destilados mexicanos.
A pesar de la variedad de factores que los unen, como su gran historia, las leyendas en torno a su nacimiento así como parte de sus procesos de fabricación, el mezcal y el tequila son dos mundos opuestos que cuentan con sus propias características, particularidades y variedades. ¿Quieres convertirte en un experto de este par de bebidas que gritan su amor a México con cada trago? A continuación te contamos las principales diferencias entre mezcal y tequila.
Aunque la mayoría de personas que inician en este par de universos piensen que la principal diferencia entre mezcal y tequila se origina solo en su nombre, lo cierto es que existen otros factores de gran trascendencia en la diferenciación de estos destilados.
El origen de ambas bebidas se remonta a la época prehispánica, período en donde se solían preparar diversas bebidas a partir del uso del agave. Con la llegada de los españoles a la Nueva España, se instauraron nuevos procesos de destilación que dieron origen al llamado “Vino Mezcal de Tequila”.
Sin embargo, no fue hasta inicios del siglo XIX, gracias al trabajo del botánico alemán Franz Weber, que el tequila inició su auténtica historia debido a la clasificación que hizo el científico europeo de la planta Agave Tequilana Weber, la cual, hasta el día de hoy, es considerada la única planta de donde se extrae el tequila. Caso contrario, el mezcal sigue fabricándose a partir de diversos tipos de mezcales como el espadín, ensamble, tobala, entre otros.
Dentro del proceso de fabricación, el añejamiento constituye un trascendental paso en la obtención de la diversidad de sabores, aromas y tonalidades del mezcal y el tequila. Sin embargo, este periodo dependerá exclusivamente del tipo de bebida a obtener.
Mientras que el tequila, en su diversidad de variaciones, como el reposado, el cual pasa de dos meses a un año en barrica, el añejo, que descansa de un año a 3 años en los mismos sitios, y el extra añejo, caracterizado por mantenerse al menos 3 años en barricas, el mezcal, en su esencia, suele dejar de lado este paso y pasar del alambique a la botella.
En algunos casos, y dependiendo el tipo de mezcal, existe un periodo de añejamiento pero más corto que el del tequila.
A pesar de compartir importantes estrategias en el proceso de fabricación, lo cierto es que existe un elemento que determina gran parte de la esencia del mezcal y el tequila: su graduación alcohólica.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana (NOM), la graduación alcohólica del tequila puede ir de los 35 a 55% Alc. En tanto, el mezcal suele encontrarse por arriba de los 40% pero sin rebasar los 55% según lo establecido por la NOM. Cabe mencionar que este porcentaje suele variar de acuerdo con el tipo de mezcal o tequila. Sin embargo, y de manera general, el mezcal tiene mayor graduación de alcohol.
Con la finalidad de proteger su nombre y derecho de producción, ambas bebidas han obtenido la Denominación de Origen en diversos años. Sin embargo, la principal diferencia entre mezcal y tequila, a partir de este factor, son los lugares en donde se pueden fabricar.
El decreto de Denominación de Origen del tequila, obtenido en 1974, determina que solo 5 estados cuentan con el derecho para la fabricación de este elixir: Jalisco, Michoacán, Nayarit, Tamaulipas y Guanajuato.
En tanto, el mezcal, que obtuvo la misma distinción pero en 1994, solo puede fabricarse en los estados de: Oaxaca, Guerrero, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango y Puebla. Es importante mencionar que en el terreno del mezcal, también se encuentran Guanajuato, Tamaulipas y Michoacán, sitios que también cuentan con el derecho para fabricar tequila.
Vale la pena remarcar que en el caso del mezcal, este puede producirse en cualquier estado de México pero sin la distinción de Denominación de Origen y bajo el título de destilado de agave.
A la hora de diferenciar al mezcal y el tequila, no hay mayor factor que su sabor mismo. Mientras que el tequila suele pasar por diversos procesos de destilación que le dan un sabor más limpio y fresco, con una diversidad de notas de acuerdo a su tipo, el mezcal otorga una serie de tonalidades más terrosas.
De igual manera, y aunque ambos comparten notas ahumadas, el tequila suele brindar más notas dulces, parecidas a la vainilla. En tanto, el mezcal se considera como una bebida con un carácter complejo que invade todos los sentidos.
A pesar de la diversidad de diferencias entre mezcal y tequila, lo más importante será siempre disfrutarlos con total decisión y amor por México. ¡Salud!
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