Mezcal: Origen y Significado de la Bebida Espiritual de México

Si estás iniciando en este místico mundo de leyendas y tradición, aquí te decimos lo que significa mezcal y su trascendencia en el actual México.

Hablar de mezcal, para la gran mayoría, es remitirse a una bebida espirituosa que se ha posicionado como uno de los destilados de mayor crecimiento y expansión durante los últimos años. Sin embargo, y lo que pocos saben, es que este elixir “de moda” cuenta con un pasado y legado de gran riqueza y tradición que se remonta a tiempos inmemoriales. ¿Quieres conocer lo que significa mezcal y cómo su rica historia ha logrado posicionarla en la actualidad? 

¿Qué significa mezcal? 

Para comenzar a entender el impacto del mezcal y lo que representa en la actualidad en el mapa culinario, cultural y artístico de México, es necesario conocer lo que significa mezcal y su origen. 

La palabra mezcal tiene su génesis en las raíces mismas del México antiguo al derivarse de los vocablos de la lengua Náhuatl, Metl, que se traduce como maguey o agave, e Izcalli, que significa cocido. Por lo anterior, el término mezcal se ha traducido, en la mayoría de ocasiones, como “maguey cocido”. 

En tanto, la palabra agave, planta empleada en la fabricación del mezcal, se relaciona con el término griego agavé, el cual deriva en diversos significados como “noble”, “ilustre”, “admirable” y “brillante”. 

Las leyendas del mezcal 

Al provenir del agave, el mezcal se ha visto envuelto en una serie de leyendas que cuentan el origen de esta maravillosa planta. Entre las más arraigadas se encuentra la historia de la diosa Mayahuel o diosa del agave. 

Cuenta la leyenda que Mayahuel, propietaria de una poderosa planta que daría grandes regalos a los hombres, se encontraba encerrada por decreto de su celosa abuela Tzitzímitl. Por tal razón, los dioses, que deseaban la planta de Mayahuel, ordenaron a Quetzalcóatl rescatar a la diosa y recuperar la planta. 

Tras liberar a Mayahuel, tanto la diosa del agave como el mismo Quetzalcóatl quedaron profundamente enamorados y huyeron juntos. Esta acción provocó que los hermanos de la diosa los persiguieran, ocasionando que Quetzalcóatl y Mayahuel se transformaran en la planta que ella llevaba para confundir a sus perseguidores. 

Sin embargo, la gran hermosura de Mayahuel hizo que sus hermanos la reconocieran entre diversas plantas y piedras, destrozándola de manera cruel. Tras volver a su forma original, Quetzalcóatl recogió los pedazos de Mayahuel, los volvió a plantar y los regó con sus propias lágrimas. A pesar de que la planta floreció poco tiempo después, Mayahuel no pudo recuperar su forma original, convirtiéndose en la diosa del agave. 

Dentro de la cosmovisión oaxaqueña, cuna del mezcal, existe una pequeña leyenda difundida por los chatinos, un grupo índigena ubicado al suroeste del estado, en la Sierra Madre del Sur, que cuenta que son los demonios quienes poseen al mezcal y el fuego, los cuales fueron entregados a las personas a través de un puercoespín. 

El verdadero origen del mezcal 

A pesar de la variedad de leyendas e historias referentes al origen del mezcal, que dejan en claro su génesis prehispánico, existe un gran debate respecto al origen real de esta bebida. Entre la variedad de versiones, una de las más difundidas señala que esta bebida nació, de manera oficial, tras la llegada de los españoles, quienes enseñaron a la población local el proceso por el cual se fabrica mezcal actualmente. 

Sin embargo, y aunque es cierto que la historia contemporánea del mezcal sí dio inicio durante la época virreinal, recientes estudios, provenientes de la Universidad Nacional Autónoma de México, indican que el mezcal, en su primera versión, se realizó decenas de años antes de la Conquista Española. 

A través de un artículo publicado en la revista científica Journal of Archaeological Science Reports, se reveló el descubrimiento de diversos hornos que eran usados por los pobladores para elaborar mezcal, durante los años 600 y 400 a.C, en la zona arqueológica de Xochitécatl-Cacaxtla. 

Lo anterior, además de dejar en claro el origen autóctono del mezcal, también certifica que esta bebida es mucho más que un elixir que abraza al cuerpo y alma. Se trata de un producto que rescata lo mejor del México antiguo, el México Colonial y el México actual, a través de una bebida espirituosa llena de historia, herencia y legado. 

No por nada, el mezcal se ha convertido en el destilado mexicano de mayor crecimiento durante los últimos años, algo que promete continuar para beneplácito de todos aquellos que aman beberse a México en un trago.