El secreto de la maduración: cómo las barricas definen el carácter del tequila

Aprende todo sobre las barricas de tequila y descubre cómo este elemento otorga la esencia misma al tequila. 

Detrás de cada gota de tequila que recorre tu garganta al degustarlo, existe un complejo, delicado y avanzado proceso de fabricación que da vida a este elixir. Sin embargo, dentro de este mismo camino de fabricación, existe un paso de suma importancia capaz de brindarle la esencia misma a cada producto: la maduración o añejamiento a través de las barricas para tequila. 

Proceso de producción de las barricas para tequila 

El término añejamiento o maduración es atribuido a la acción o proceso por el cual una bebida es reposada con la finalidad de que esta adquiera características y sabores adicionales a través de los procesos físicos y químicos naturales con el tiempo. 

En el caso del tequila, como muchos otros destilados del mundo, este proceso da inicio en el sitio en donde esta bebida adquirirá su misma esencia: las barricas para tequila. También conocidos como tonel o cuba, consisten en recipientes hechos de madera que ayudan en la definición del perfil de cada tequila. 

Tipos de madera para las barricas 

Por más sencillo que parezca la constitución de una barrica, lo cierto es que existe todo un arte detrás, el cual inicia con la elección de las maderas correspondientes. Respecto al tequila, existen dos especies preferidas para su fabricación: “Quercus alba” o roble blanco americano y “Quercus petrea” o roble blanco francés. 

La principal diferencia entre este par de maderas proviene de su densidad así como el clima en donde crecen. El roble americano, por ejemplo, es más denso, lo que ocasiona que oxigene en menor medida que el americano. Lo anterior crea sabores más delicados, robustos y afrutados. 

En tanto, el roble americano, de una densidad menor, brinda tonalidades más robustas a los tequilas que descansan en su superficie. Entre los principales compuestos de sabor de este par de robles se encuentran: 

  • Lactonas de roble cis y trans: brinda sabores amaderados o de coco. 
  • Furfural: otorga notas de frutos secos, caramelo, almendras, entre otros. 
  • Eugenol: se caracteriza por sabores a especias. 
  • Guaiacol: cuenta con tonalidades a quemado. 

¿Cómo se hacen las barricas para madera? 

Tras la elección de la madera, el tonelero, especialista en la fabricación de barricas, convierte dicho material en duelas que habrán de secarse durante varios meses con la finalidad de afinar su composición. 

Posteriormente, estas pasarán por un complejo sistema de tostado, el cual puede ser bajo, medio o alto y que es determinado por el maestro tequilero, en donde las barricas son sometidas a altas temperaturas con la finalidad de que cada elemento obtenga propiedades únicas que se mezclarán con el tequila que se pretende obtener.  

Las barricas de tequila, en promedio, tienen un tiempo de hasta cinco posturas, es decir, pueden albergar tequila en hasta cinco diferentes períodos. Vale la pena mencionar que durante el proceso de añejamiento, las barricas suelen ser regadas por fuera con agua con el objetivo de que no se evapore el líquido que descansa en ellas. 

De igual manera, según la casa tequilera, se usan elementos externos, durante el proceso de añejamiento, como el cuidado de la temperatura, la humedad del ambiente así como el silencio o uso de música clásica o suave para la intensificación de diversas propiedades. 

 

Finalmente, y luego de que una barrica termina su “período de vida”, estas suelen desarmarse para ser usadas en la fabricación de diversos objetos como muebles u otros accesorios. 

Importancia de las barricas para tequila 

Por todo lo anterior, resulta innegable el enorme peso e influencia que tienen las barricas de tequila en el proceso de añejamiento de los diversos tipos de tequila: 

  • Tequila blanco: no pasa por barrica. 
  • Tequila joven u oro: reposa de manera muy breve en barricas. 
  • Tequila reposado: descansa de 2 a 9 meses en barricas de roble americano y francés.
  • Tequila añejo: se caracteriza por reposar de 1 a 3 años en barricas de roble americano y francés. 
  • Tequila extra añejo: permanece en barricas de americano y francés por hasta 40 meses. 

En el proceso de añejamiento, existen 3 etapas que determinan el perfil de tequila. 

Etapa de extracción: en este proceso los sabores y aromas de la madera de la barrica se extraen y se impregnan en el destilado. En este proceso pasan los tequilas reposado, añejo y extra añejo. 

Etapa de estabilización: en este paso, los sabores y aromas se estabilizan en un periodo de 12 a 24 meses. Por este tiempo, solo los tequilas añejos y extra añejos pasan por este paso. 

Etapa de envejecimiento: aquí, los sabores y aromas se redondean y se integran, lo que le da un cuerpo y carácter infoncundible al tequila en un lapso de varios años. Solo los tequila extra añejos pasan por este paso. 

Luego de conocer lo anterior, no volverás a ver tu tequila de la misma forma. Recuerda disfrutar y degustar este elixir de manera auténtica y especial.